Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, el pasado 4 de febrero, queríamos compartir con vosotros uno de los síntomas que se pueden dar en pacientes oncológicos tras el tratamiento de la enfermedad, el «Chemobrain».
El daño cerebral adquirido es una lesión que se produce en las estructuras cerebrales de forma súbita y que desencadena alteraciones en el funcionamiento afectivo, cognitivo, conductual y /o físico. Una de las causas puede ser la aparición de tumores cerebrales.
El objetivo principal de los tratamientos oncológicos es potenciar los métodos y técnicas que mejoran la calidad de vida a corto y medio plazo. La supervivencia de pacientes hace que cada vez más de ellos refieran problemas cognitivos a nivel de memoria y concentración. Esto ha recibido el nombre de “chemobrain”.
Un artículo de la revista Psicooncología publicado por López-Santiago, Cruzado y Feliú (2011) realiza una revisión de estudios que evalúan el deterioro cognitivo en supervivientes de cáncer tratados con quimioterapia. Hacen referencia al término “Chemobrain” para referirse a pacientes oncológicos manifiestan dificultades de concentración y memoria. Este deterioro, aunque sea pequeño, puede suponer una gran repercusión en su día a día. Según Vardy y cols. (2008), entre el 15-50% de los pacientes que reciben quimioterapia podrían experimentar este efecto secundario.
Las alteraciones neurológicas descritas con mayor frecuencia son trastornos visuales, de memoria semántica, de aprendizaje, de concentración, razonamiento, atención, de coordinación motora y habilidad visoespacial, que aparecen durante el tratamiento y persisten pese a su finalización. Esto se traduce en dificultades para seguir conversaciones, lecturas o asuntos que requieran concentración o atención. Los agentes quimioterapéuticos podrían actuar directamente sobre zonas del hipocampo, una de las escasas áreas del cerebro en las que se produce neurogénesis.
Los mecanismos de producción de deterioro cognitivo secundario a quimioterapia son (Blasco, Caballero y Camps, 2013):
- Efectos neurotóxicos directos
- Cambios hormonales inducidos
- Daño oxidativo
- Disregulación del sistema inmune secundario a la liberación de citoquinas.
- Fenómenos de coagulación en pequeños vasos del sistema nervioso central, daños vasculares, fenómenos de autoinmunidad.
Un artículo realizado por Chiclana y sus colaboradores (2014), pone de manifiesto que sí se puede hablar de un daño cerebral adquirido por quimioterapia. En la discusión indican que existen diferencias entre pacientes y controles antes de comenzar el tratamiento oncológico en síntomas de ansiedad y depresión, en calidad de vida y calidad del sueño, en función sexual y en las variables neurocognitivas de memoria y función ejecutiva.
En la actualidad, los datos sostienen que el deterioro cognitivo detectado por las imágenes de RM se correlacionan con el deterioro cognitivo percibido por los pacientes pero no con los resultados de los test clásicos.
Es necesario remarcar la importancia de la neurorrehabilitación y el trabajo de los aspectos emocionales con las pacientes tanto en el momento previo al tratamiento como durante el mismo y el posterior seguimiento.
Referencias
Blasco Cordellat, A., Caballero Díaz, C., & Camps Herrero, C. (2014). Deterioro cognitivo asociado al tratamiento oncológico. Cuadernos monograficos de psicobioquímica, 1(1), 5-11.
Chiclana, G., Ferre Navarrete, F., Lopez-Tarruella, S., Jerez, Y., Márquez-Rodas, I., Lizárraga Bonelli, S., … & Martín Jiménez, M. (2014). Chemobrain:¿ podemos hablar de un daño cerebral adquirido por quimioterapia. Trauma Fundación MAFRE, 25(3), 143-149.
López-Santiago, S., Cruzado, J. A., & Feliú, J. (2011). Chemobrain: revisión de estudios que evalúan el deterioro cognitivo de supervivientes de cáncer tratados con quimioterapia. Psicooncología, 8(2/3), 265. Vardy J, Wefel JS, Ahles T, Tannock IF, Schagen SB. Cancer and cancer-therapy related cognitive dysfunction: an international perspective from the Venice cognitive workshop. Ann Oncol 2008; 19: 623-29 Doi:10.1093/annonc/mdm500
Isabel Gallardo