Las vacaciones de verano son un periodo de descanso muy deseado por todas las personas. Sin embargo, aquellas que ejercen el rol de cuidador/a de una persona con deterioro cognitivo pueden no disfrutar de ese descanso, pues, durante los meses de verano, estas personas pueden experimentar una afectación a nivel cognitivo, afectivo, conductual y físico debido a los cambios que suponen en su rutina la planificación de las vacaciones. Por tanto, el objetivo es que durante los meses de verano el/la cuidador/a pueda descansar y dedicarse tiempo a sí mismo, pues su autocuidado es básico para poder cuidar de la persona dependiente, y, en cuanto a esta última, debe poder mantener una rutina.
Pautas para hacer más llevaderas las vacaciones de verano con vuestros allegados con deterioro cognitivo
- Acudir a un/a profesional: cada caso es diferente, por lo que a cada persona se le pueden dar unas recomendaciones específicas, pues lo que a una persona le beneficia puede que a otra le perjudique. Ante la duda, siempre es mejor consultar a un/a profesional especializado/a que evalúe la conveniencia de los cambios que fuesen a introducirse en la rutina y las alternativas más adecuadas para evitar la alteración de la persona mayor.
- Continuar con la estimulación cognitiva: la interrupción de la terapia puede producir un gran declive cognitivo en la persona mayor, habiéndose observado algunos efectos como un aumento de la velocidad del deterioro, una mayor desorientación, una dificultad de readaptación a la rutina tras la vuelta de vacaciones, un enlentecimiento del pensamiento, una mayor dependencia, un aumento de la impulsividad, una afectación del estado de ánimo, etc.
- Mantener la rutina: en la medida de lo posible, es preferible visitar entornos conocidos y respetar los horarios de comida y descanso que tuviera en su hogar. Además, siempre que se introduzca algún cambio, deberá planificarse con antelación y recordarlo con frecuencia a la persona.
- Evitar las horas de mayor calor y vigilar la hidratación: las personas con deterioro pueden no detectar sus sensaciones fisiológicas, como la sed, por lo que el/la cuidador/a debe procurar que la persona esté bien hidratada, coma adecuadamente y evite realizar actividades al aire libre durante las horas más cálidas.
- Fomentar la participación: se debe involucrar a la persona en las tareas cotidianas, asignándole tareas sencillas para que sientan que son útiles. Es importante tener mucha paciencia, pues pueden ser más lentos/as o no realizar bien alguna tarea, ante lo cual hay que ser comprensivo/a y no regañarles, ayudándoles a aprender a realizar la tarea correctamente.
- Fortalecer los vínculos: tanto los/as cuidadores/as como las personas dependientes deben disfrutar de las vacaciones. Las personas con deterioro pierden progresivamente las capacidades cognitivas, pero no las afectivas, por lo que, durante estos días de vacaciones que pueden suponerle una desorientación, es más importante que nunca mostrarles el cariño.
Tras estos consejos… ¡Neurona os desea un feliz verano!