Las personas mayores son especialmente vulnerables a experimentar síntomas como estrés, tristeza e irritación durante periodos de aislamiento. Con el avance de la edad el riesgo de aislamiento social puede incrementarse debido a factores como la disminución de la movilidad o la pérdida de seres queridos. Además, la falta de contacto social puede aumentar el avance del deterioro cognitivo.
Por lo tanto, es fundamental que los adultos mayores se mantengan socialmente activos. Actividades como reunirse con familiares, amigos y vecinos a través de llamadas telefónicas, visitas y salidas son esenciales. Más que la cantidad de interacciones, es la calidad de estos vínculos lo que realmente importa. Dedicar tiempo cada día a hablar con seres queridos estimula funciones cognitivas clave previniendo el deterioro asociado a enfermedades como el Alzheimer.
Beneficios de las interacciones sociales en mayores
Las interacciones sociales benefician a los adultos mayores de las siguientes maneras:
- Mantienen la memoria, al requerir recordar detalles de conversaciones anteriores.
- Mejoran la atención y concentración, necesarias para seguir conversaciones.
- Potencian las habilidades lingüísticas, al participar en diálogos y narraciones.
- Fomentan la empatía y el pensamiento crítico, al intercambiar ideas y comprender perspectivas diversas.
- Estimulan la reserva cognitiva, la habilidad del cerebro para compensar y resistir los efectos de las demencias.
- Mejoran el estado de ánimo, especialmente en personas con depresión, donde los compromisos sociales pueden aliviar los síntomas.
Para promover las relaciones sociales en adultos mayores, se pueden adoptar las siguientes estrategias:
- Integración en rutinas diarias, estimulando la conversación y la participación activa.
- Fomento de la socialización fuera del entorno familiar, lo cual puede ser especialmente beneficioso para las mujeres.
- Establecimiento de rutinas saludables, como paseos diarios y participación en actividades culturales.
- Inscripción en actividades grupales, como clases de arte, música, grupos de lectura, yoga o natación, que además de mantener la mente activa, ofrecen valiosas oportunidades de socialización.
Todas estas actividades promueven un estilo de vida más activo a nivel social que favorece la estimulación cognitiva y contribuye a la independencia de las personas mayores, de forma que adaptándolas a sus preferencias y capacidades puedan disfrutar de ellas al mismo tiempo que encuentran beneficio en las mismas.
Referencias del artículo:
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