Los cambios sutiles en la memoria o en la capacidad de concentración que superan los olvidos típicos del envejecimiento merecen atención especializada. El deterioro cognitivo leve se sitúa en esa zona intermedia entre el funcionamiento normal del cerebro y la demencia.
Como centro de estimulación cognitiva en Madrid, observamos diariamente que esta condición preocupa a muchos pacientes y a sus familias. A continuación, te explicamos cómo descubrir sus señales y abordarlo a tiempo.
Definición de deterioro cognitivo leve
El deterioro cognitivo leve (DCL), conocido en inglés como Mild Cognitive Impairment (MCI), ocurre cuando detectamos un descenso en la memoria, la atención o el lenguaje, que es medible clínicamente, pero no impide que organices tu vida con normalidad. Se da sobre todo en personas mayores de 65 años y supone un estado intermedio: ni envejecimiento normal ni demencia, sino algo que merece atención.
Para diferenciar estos cambios del envejecimiento normal, es necesario realizar una valoración profesional. La evaluación neuropsicológica permite analizar en detalle el perfil cognitivo, identificar las áreas afectadas y determinar el alcance del declive. Este diagnóstico preciso es el primer paso para diseñar un plan de acción personalizado y eficaz, orientado a preservar tu bienestar y calidad de vida.
Síntomas del deterioro cognitivo leve
Las señales del DCL son variadas y su intensidad cambia de una persona a otra. Reconocerlas a tiempo es un factor decisivo para buscar orientación profesional y actuar cuanto antes.
Pérdida de memoria reciente
Quizás este sea el síntoma que más te preocupe. Olvidas citas o conversaciones que tuviste hace apenas unos días. Te sorprendes repitiendo la misma pregunta varias veces o te cuesta recordar detalles de un evento reciente.
Estos no son los típicos olvidos esporádicos; su frecuencia es mayor, y tanto tú como tu entorno más próximo os dais cuenta. Este tipo de amnesia afecta principalmente a la información nueva.
Dificultades de atención y concentración
Otra señal habitual es la dificultad para mantener la concentración. Tareas que antes realizabas sin esfuerzo, como leer un libro, seguir una película o planificar los pasos de una receta, ahora exigen un sobreesfuerzo mental. Te distraes con facilidad y pierdes el hilo de lo que estabas haciendo. Esta falta de foco afecta a la capacidad para organizar y ejecutar tareas complejas.
Alteraciones en el lenguaje
¿Sientes a menudo que tienes una palabra «en la punta de la lengua»? Este fenómeno, conocido como anomia, es muy característico del DCL. Durante una conversación, haces pausas intentando encontrar el término exacto o utilizas rodeos para describir un objeto sencillo.
Aunque tu discurso se entiende y las frases están bien construidas, estas lagunas lingüísticas te generan una notable frustración y hacen que la comunicación sea menos fluida.
Causas del deterioro cognitivo leve
No existe una causa única que explique la aparición del DCL. La edad avanzada es el factor de riesgo principal, aunque también existen otros elementos que contribuyen al desarrollo de esta condición.
Por su parte, la genética desempeña un papel importante. Portar el gen APOE e4 incrementa las probabilidades de desarrollar tanto deterioro cognitivo leve como enfermedad de Alzheimer. No obstante, tener este gen no garantiza que aparezcan problemas cognitivos.
Factores de riesgo modificables
Los factores de riesgo modificables ofrecen oportunidades valiosas para la prevención y control de la progresión. Estos son:
- Diabetes mal controlada: los niveles elevados de glucosa dañan los vasos sanguíneos cerebrales y afectan el suministro de oxígeno al cerebro.
- Hipertensión arterial: la presión arterial alta provoca microinfartos cerebrales y reduce la circulación en áreas críticas para la memoria.
- Colesterol elevado: especialmente el LDL (colesterol «malo») favorece la formación de placas en las arterias cerebrales.
- Tabaquismo: reduce el flujo sanguíneo cerebral y acelera el envejecimiento neuronal.
- Sedentarismo: la falta de ejercicio disminuye la neurogénesis y la plasticidad cerebral.
- Depresión: altera los neurotransmisores y reduce la motivación para mantener actividades cognitivamente estimulantes.
- Apnea del sueño: las interrupciones respiratorias nocturnas privan al cerebro de oxígeno durante períodos críticos.
- Aislamiento social: la falta de interacción social reduce la estimulación cognitiva y aumenta el riesgo de depresión.
Muchos de estos factores están interrelacionados. Por ejemplo, la diabetes y la hipertensión afectan la circulación cerebral, mientras que la depresión influye en la motivación y el funcionamiento cognitivo general.
Deterioro cognitivo leve vs. demencia: ¿Cuál es la diferencia?
La línea que separa el deterioro cognitivo leve de la demencia es la independencia funcional. Las personas con DCL mantienen su autonomía personal prácticamente intacta. Aunque necesiten usar agendas, alarmas o listas para organizarse mejor, gestionan su día a día: se encargan del aseo personal, las tareas domésticas y la vida social
En cambio, una persona con demencia sufre un deterioro tan avanzado que le impide realizar esas actividades cotidianas de forma autónoma. Necesita ayuda para tareas básicas como vestirse, cocinar o administrar su dinero. Aunque el DCL aumenta el riesgo de evolucionar hacia una demencia, no todas las personas con DCL desarrollan esta condición. Por eso, la intervención temprana es tan importante.
¿Se puede curar el deterioro cognitivo leve?
Actualmente, no existe una cura definitiva para el deterioro cognitivo leve. Sin embargo, mediante múltiples estrategias terapéuticas es posible ralentizar su progresión y mejorar la calidad de vida.
Tratamientos farmacológicos
Los tratamientos farmacológicos muestran resultados prometedores en casos específicos. La FDA ha aprobado recientemente medicamentos como lecanemab y donanemab para el deterioro cognitivo leve asociado al Alzheimer. Estos fármacos eliminan las placas de amiloide cerebral y ralentizan el deterioro cognitivo.
Intervenciones no farmacológicas
Las siguientes estrategias no farmacológicas han demostrado eficacia notable en el manejo del deterioro cognitivo:
- Ejercicio físico regular (mejora la circulación cerebral).
- Dieta mediterránea (rica en antioxidantes).
- Entrenamiento cognitivo específico.
- Control de factores de riesgo cardiovascular.
- Tratamiento de la depresión y ansiedad.
La terapia de estimulación cognitiva ha demostrado beneficios significativos en numerosos estudios. Mediante ejercicios específicos y adaptados, es posible fortalecer las funciones cognitivas preservadas y compensar las deficitarias.
El deterioro cognitivo leve requiere atención, pero no es una sentencia. Detectarlo a tiempo y actuar sobre los factores modificables ofrece una oportunidad real para frenar su avance. ¿Quieres saber más o solicitar una cita? Contáctanos y estaremos encantados de orientarte.
Referencias:
- Alzheimer’s Association. (s.f.). Mild Cognitive Impairment (MCI). https:// alz.org/alzheimers-dementia/what-is-dementia/related_conditions/mild-cognitive-impairment
- Alzheimers.gov. (s.f.). What Is Mild Cognitive Impairment? U.S. Department of Health and Human Services. https:// alzheimers.gov/alzheimers-dementias/mild-cognitive-impairment
- Mayo Foundation for Medical Education and Research (MFMER). (2024, octubre 24). Mild cognitive impairment – Symptoms and causes. Mayo Clinic. https:// mayoclinic.org/diseases-conditions/mild-cognitive-impairment/symptoms-causes/syc-20354578
- Mayo Foundation for Medical Education and Research (MFMER). (2024, octubre 24). Mild cognitive impairment – Diagnosis and treatment. Mayo Clinic. https:// mayoclinic.org/diseases-conditions/mild-cognitive-impairment/diagnosis-treatment/drc-20354583







